Que es Matrix
Nietzsche nos propone una visión de la existencia del ser humano dentro de lo que bien podría imaginarse como una “matriz” construida a partir del uso de metáforas mediante el lenguaje, que después de su repetición y desgaste dentro de una cultura, se convierten o se sedimentan en conceptos aceptados y vinculantes que comienzan a definir para quienes la componen, leyes que definirán “la verdad”, que realmente no hacen una descripción de lo real, sino que se quedan en una aproximación subjetiva, a la que nunca se le puede dar un carácter objetivo. Todo este conjunto de metáforas transformadas en conceptos, a través de la inteligencia y el conocimiento (el intelecto), definirá a los hombres ante ellos mismos, facilitará su entendimiento, y desde su misma percepción, los diferenciará, frente a los demás seres. Esto derivará en una sensación de orgullo y superioridad por el logro de la superación de los instintos, de la que Nietzsche se burlará, (Pág 17. Párrafo 1) haciendo énfasis en su real insignificancia, dada la magnitud del universo, la magnitud de lo “Real”, y el limitado alcance del conocimiento humano, como no más que herramienta de construcción y de alienación de ilusiones, sin sentido evolutivo, con pérdida del potencial instintivo. Dicha herramienta solo es funcional al ser humano para evitar exponerse a una realidad que antes que dar cuenta de ella, preferiría dejar de existir (Pag 18. Párrafo 2 y 3). Con razón, “Morfeo” pregunta a Thomas Anderson, si está preparado para ver lo que quiere mostrarle, porque esta realidad árida del mundo, es irritable, dolorosa y sobretodo profundamente “anti-antropocéntrica”; en ese mundo real, el hombre no es nada, al menos no más que cualquier otra piedra del desierto. Se pregunta “Morfeo”, si la mente de ese ser humano, puede aguantarlo.
Morfeo: “No te dije que fuera fácil, te dije que sería la verdad”
“Nunca liberamos una mente después de cierta edad, es peligroso, porque a la mente le cuesta desarraigarse”
Tal como el programa de la matriz, que se compone de algoritmos, previamente definidos, clasificados, priorizados y categorizados, una composición construida a partir de acuerdos y generalizaciones arbitrarias que toman forma de conceptos, hacen posible el “mapa” o “abstracción”, que se acepta como lo real. Pero no es más que una ilusión o un sueño.
Trinity: "¿Alguna vez has tenido un sueño, que pareciera tan real que no lo puedes distinguir de la realidad? Y si no pudieras despertar de ese sueño, ¿cómo sabrías que estás soñando?"
Como se verá en su argumento más adelante Nietzsche no tiene problemas con esto, pues para él, es propio de la naturaleza humana, la necesidad de imaginar. De hecho lo considera, no solamente como un impulso innato, sino casi como un mecanismo de defensa, dada su debilidad y su imposibilidad de defenderse de otra forma, ante la crueldad que constituye el resto del mundo. (Pág. 18. Párrafo 3 - Pag 26). El problema se genera cuando se da carácter de lo verdadero a esa ilusión, mediante el uso del conocimiento, como última palabra de verdad. “Thomas Anderson” tiene problemas con esa sensación de realidad, por eso posiblemente a Nietzsche le hubiera gustado conocerlo, tanto como a Morfeo, pues en momentos muy fugaces siente dudas y le incomoda cierta sensación de estrechez en la brecha entre lo real y lo soñado. “Thomas Anderson parece tener una leve e inexplicable sospecha de la ilusión en la que vive”. Ese parece ser el potencial intuitivo que Nietzsche valora como posible puerta de entrada a una existencia emancipadora del ser humano, sin embargo, no alcanza este potencial aún, pues cada toque a la puerta, cada buen espagueti que coma en un restaurante y cada llamada de atención del jefe ante una llegada tarde, devuelve su atención a esa única existencia aceptada colectiva e individualmente, construida deliberadamente con “escenografías de verdad”.
Veremos más adelante como, no Thomas Anderson, sino ahora Neo, logra usar ese potencial intuitivo natural del ser humano, pero de otra forma, sin querer esto decir, que necesariamente, tenga que estar fuera de la matriz, sino que juega con ella, tal como el artista logra jugar y transgredir los conceptos. Pero antes quiero seguir, con este primer estado que nos propone Nietzsche del hombre racional, que considera real, lo que le construyeron generación tras generación, mediante el uso del lenguaje y metáforas cristalizadas.
Morfeo: “Estás aquí, porque sabes algo, aunque no los puedes explicar, pero lo percibes. Ha sido así durante toda tu vida. Es como una astilla en tu mente, y esa sensación te ha traído hasta aquí. ¿Sabes qué es?, es Matrix.
Sí, está en todas partes, la sientes en todo momento. Es el mundo que han puesto antes tus ojos para ocultarte la verdad.
Neo: ¿Cual verdad?
Qué eres un esclavo Neo. Naciste en cautiverio, en una prisión para tu mente. Pero no se puede explicar lo que es Matrix, solo puedes entenderlo, viéndolo tú mismo.
Cómo funciona Matrix
Tal como en la película, que mediante la estimulación de señales eléctricas a “cultivos de hombres” logran en ellos interpretaciones del cerebro, que generan una simulación colectiva e interactiva muy convincente, los estímulos, generan mediante los sentidos del ser humano, imágenes en el cerebro que pretenden ser copia de lo que perciben, pero como copia, son metáforas que son sometidas nuevamente a un proceso de abstracción al verbalizarlas mediante el sonido articulado que constituyen las palabras, para explicar y convencer a otros de esa primer abstracción elaborada en el cerebro. Por lo tanto, con el lenguaje, no es posible conocer la verdad o lo originario de las cosas, pero además, es el cuerpo físico que lo permite, el que se convierte en principal instrumento de metaforización, que será tan importante para Nietzsche, sea porque contribuye a la alienación inconsciente a la ilusión del hombre racional, o porque contribuye al potencial mítico y creativo del hombre instintivo.
“Esos impulsos eléctricos que reciben miles de hombres en cosecha” y que generan múltiples abstracciones, ordenadas y articuladas, son las que conforman la realidad que define “la matriz”, en la que viven la mayoría de seres humanos. No se puede, entonces concluir por la mera generación del estímulo nervioso, que exista un afuera desde el cual se generó dicho estímulo; al igual que la matriz que genera el estímulo, no implica que haya algo real, fuera de ella, más allá de pura abstracción. (Pag 21. Párrafo 2). Esa matriz, que bien podría entenderse como el lenguaje y los acuerdos que se definen alrededor de él, son entonces, arbitrarios, porque asigna valores, categorías y jerarquías a fenómenos, situaciones y objetos, similares, pero siempre distintos, omitiendo diferencias individuales entre ellos, y por tanto, definiendo leyes de verdad, que nada tienen que ver con la esencia última de las cosas o su naturaleza real. (Pág. 22, 23).
Cuando Neo, dentro de la matriz, en su visita al oráculo, ve asombrado como el niño dobla la cuchara con su mente, este queda más asombrado aún cuando le explica que realmente no hay cuchara y que quien se dobla es él (Neo). En la vida, las cucharas no se doblan con la mente, así lo han percibido los sentidos siempre, pero el problema no está en que los sentidos lo perciban así, sino en que, dada esa percepción, se generalice que por “ley natural y física” las cucharas no se pueden doblar de esa manera. Por lo tanto el problema no está en los sentidos, sino que la “verdad” se genere y se transmita, por lo que los sentidos toman. Lo que define la imposibilidad de que ese hecho ocurra no es de carácter extrínseco, sino interno, de quien observa, porque son los sentidos los que perciben de una forma determinada y subjetiva, por lo tanto, al menos en teoría (porque no tenemos la capacidad para hacerlo), si quien observa quisiera ver la cuchara doblándose así sería. Por eso es “Neo es el que se dobla”.
El ejercicio del intelecto, que asigna verdades a partir de la forma en que los sentidos perciben, se expresa con mayor énfasis, en el científico, el investigador y el filósofo, quienes para Nietzsche quieren y disfrutan de ser admirados por el uso apropiado y experto del proceso de conocer, y por lo cual se mueven dentro de un halo de vanidad que termina alimentándose de la adulación, que sostiene el engaño de la primacía del conocimiento sobre “La verdad”, como única forma de llegar a ella. En síntesis, la ciencia, es por un lado, necesaria para el ego y a la vez útil para la construcción de una conciencia colectiva artificial y superficial. Después de todo fue la misma ciencia la que creó la inteligencia artificial que posteriormente construyó la matriz, y como lo dice Morfeo, “nos enorgullecimos de ello”…”no sabemos quien atacó primero”; pareciera ser el “intelecto” como enemigo, que propone Nietzsche inicialmente, aunque como vemos más adelante es su texto, no parece ser realmente el intelecto, el enemigo.
El ejercicio permanente de abordaje y relacionamiento que hace el ser humano de lo que lo rodea, desde el conocimiento y el intelecto, no puede ser entonces, más que antropocéntrico en la medida en que todo lo explica desde la relación que tiene con él mismo, ni nada más que superficial en la medida en que se queda en la percepción subjetiva de la forma, sin poder conocer nunca la verdad pura y la naturaleza misma de las cosas, o la cosa en sí, como aquella esencia de la realidad. Según Nietzsche, la Naturaleza, no es de formas, ni conceptos, ni géneros ni categorías, y por tanto desde el lenguaje y desde el conocimiento racional, le es imposible al hombre conocerlo; solo le queda, desde ese punto, vivir sobre espejismos que simulan lo real. (Pag 23. Párrafo 2).
Mouse: Sabes a lo que realmente me recuerda? (Hablando del alimento en el desayuno en la nave) el trigo rico, ¿alguna vez lo probaste?
Interruptor: - No, pero técnicamente tú tampoco.
Mouse: - Y a eso me refiero exactamente. Porque si te preguntas: ¿cómo sabrán las máquinas a qué sabía en realidad el trigo rico? Quizás se equivocaron. Yo creo que el sabor del trigo rico era en realidad el sabor de la avena o quizás del atún. Eso hace que te plantees cosas. Piensa en el pollo por ejemplo, a lo mejor no supieron concretar a qué sabía el pollo y por eso hay tantas cosas que saben a pollo.
Este sería un primer nivel de mentira, sobre el que vive el hombre, es el nivel extramoral, aquel en el que construye verdad a partir de su limitada representación de la realidad, a través de cómo él lo llama, un simple deslizamiento sobre las formas”, asumiendo que eso que percibe, es lo real. (Pag 19. Párrafo 1). Tal situación es la que se ha explicado hasta aquí, y que bien puede compararse con la forma en que “la matriz” funciona desde el punto de vista cerebral en los hombres de la película.
Lo que sigue ahora, es poner de acuerdo todas esas múltiples abstracciones.
A Thomas Anderson, después de sus frecuentes inconsistencias laborales, le llaman la atención por tener problemas para seguir las normas y le hacen énfasis en que si cree que las reglas no aplican para él, obviamente está equivocado, pues al pertenecer a la empresa de software en la que trabaja, cualquier problema individual, genera un problema en todos los demás. Además, los “agentes”, en el interrogatorio, resumen su vida en dos tipos de vida, la primera, con futuro, en la que “paga sus cuentas, paga sus impuestos y ayuda a la casera”, y la segunda, “sin ningún futuro, en la que ha cometido todos los delitos informáticos posibles”. Además, ante la negativa a colaborar, en su rostro se desvanece su boca, creándole una incapacidad absoluta de habla, es decir de usar el lenguaje. El no estar dentro de los parámetros lo pone no solo en una situación de rechazo, sino en una imposibilidad misma de afirmarse mediante el uso del lenguaje, porque este está hecho justamente para lo contrario a lo que él representa.
Desde el texto, creerse una mentira, es construir verdad, y dada esa necesidad, se requiere fijar y presentar de forma indiscutible, lo que es verdadero, para definir por contraste lo que es falso o mentira. Para ello, se generan las leyes de verdad, como un compromiso social que elimine el conflicto. Este es el segundo nivel de mentira, el moral, en el que se usan convenientemente metáforas establecidas. Después de todo, si cada ser humano es “digno” de “la verdad”, a través del proceso de conocer, habría que fijar límites y causes a esa posibilidad, en lo que participa activamente el intelecto. Dentro de esa construcción de realidad, o esa “matriz” no debería haber espacio para la multiplicidad de percepción y entendimiento de la realidad, todos deberían entenderla de la misma manera. De hecho el contraste entre lo que consideramos como verdad y como mentira es precisamente lo que da valor a “la verdad”, porque no solo ofrece la sensación de seguridad y control, sino que ofrece beneficios de aceptación e inclusión en la sociedad, dada la veracidad que otorga usar las metáforas y conceptos que la definen. Quienes las contradicen, no podrán gozar de ella, condenados al rechazo, la desconfianza y la sospecha. (Pag 20 - 21).
Vale la pena comparar esta situación con una escena que personalmente, siempre me impacta y simboliza muy bien, los efectos del juego de la verdad y la mentira, en sentido funcional. Cuando Neo es desconectado de “la matriz”, tal acción no es más que una lanzada por un retrete de un residuo, un desecho, algo que ya no es funcional “al sistema”. En un sentido menos literal, pero con igual significado, el “mentiroso” y el “desadaptado”, aquel que no vive según las normas establecidas y las acepta, tal como son, igualmente “se desconectan”, a través del rechazo y la sanción.
Por otro lado, otra escena puede servir como metáfora a la forma en que “la matriz” desde lo moral, funciona. Neo entra al simulador y distraído por la llamativa mujer de rojo, se da cuenta como cada persona, en potencia, estará dispuesta a atacar a quien configure un peligro para la matriz. Además, todo el tiempo, “los agentes” toman sus puestos, para lograr el mismo fin. El alcance colectivo moral de lo que se considera verdad o mentira, es aquel, por el que los mismos seres humanos víctimas de la ilusión, estarán dispuestos a defenderla y atacar a quien no lo haga, pues de ello depende su existencia y la comodidad que les ofrece. Defenderán con lo necesario, las formas que responden al mapa mental de la realidad colectivamente aceptada. (Pág. 20. Párrafo 2). Me siento con esto, describiendo ambientes políticos en los que se tacha de “idiotas útiles” a quienes no comparten “la verdad” de la seguridad democrática, la cual podría verse como una metáfora usual y funcional que nos hace “veraces”.
Podría decirse que el nivel extramoral de la mentira, es funcional, al nivel moral, dado que los acuerdos sociales que lo suponen, son posibles en la medida en que el ser humano desconoce su verdadera naturaleza; no le es posible conocerla, de lo contrario despertaría “el tigre”, que en palabras de Nietzsche, simbolizan el carácter cruel y monstruoso de la naturaleza humana, lo cual imposibilitaría cualquier tipo de relación. (Pag 19).
Morfeo: Las mentes que intentamos salvar, hasta que no estén desconectadas, son tan dependientes de Matrix, que harán lo que sean para defenderla. Cualquiera que no desconectemos, puede ser un agente. Ellos son los guardianes, tienen todas las llaves, tarde o temprano alguien tendrá que luchar contra ellos.
¿Se puede salir de Matrix?
Dentro del Nabucodonosor, ya fuera de Matrix, “Mouse” le dice a Neo que no haga caso de los hipócritas compañeros de desayuno que lo critican, porque le ofrece arreglar en el momento que lo desee, un encuentro con la rubia roja con la que se encontró en sus primeras fases de entrenamiento, dentro del simulador. Le advierte que no haga caso, porque negar los instintos es negar lo que nos hace humanos.
Como comenté arriba, me parece que para Nietzsche el problema no son los sentidos, ni el cuerpo, de hecho, lo asume como intrínseco y constituyente del ser humano, además de considerarlo el canal para el uso de su potencial creativo, metafórico e imaginario. Mediante ello, nunca se podrá conocer la Verdad, pero precisamente su propuesta no se enfoca en encontrarla, porque de entrada es algo que no se le es dado al ser humano. Este puede construir universos completos a partir del uso de las metáforas, no obstante es de ellas que se vuelve esclavo, olvidando así su carácter de ilusión.
Ese olvido, es el que le niega al hombre la capacidad de darse cuenta de su potencial creativo, porque aquello que creo, lo termina etiquetando como verdad, fuera de él, de una forma objetiva. Dado que la construcción de metáforas le permite sobrevivir, es susceptible al engaño, y dado el impulso a etiquetar (el impulso de verdad), puede ser engañado por los conceptos producto de la racionalización de sus metáforas. (Pag 29. Párrafo 2). Además dada, la necesidad que tiene de refugiarse en “verdades”, que le permita solo acercarse a sus consecuencias agradables, y alejarse de los efectos perjudiciales e incómodos de la Verdad, el hombre se vuelve más adicto a ese olvido.
Cifra hablando con Smith: "¿Sabes? Sé que este filete no existe, sé que cuando me lo meto en la boca es Matrix la que está diciendo a mi cerebro: "es bueno y jugoso". Después de nueve años, ¿sabes de lo que me doy cuenta? La ignorancia es la felicidad."
Pero este impulso innato a crear metáforas, que el hombre no puede eliminar, porque significaría la eliminación de lo que lo constituye, no tiene que estar destinado a la construcción de una “realidad” rígida y regular. Propone, entonces un campo de acción alterno de aplicación, que está en capacidad de aprovechar el de la construcción del mito a través del ejercicio del arte. En este caso el intelecto también está presente, pero usado de una forma creativa, ya que no se usa para contribuir a un engaño, y se es consciente de la acción misma de metaforizar y de vivir en la ilusión.
Por lo tanto, al final, lo que Nietzsche parece criticar no es el intelecto en sí mismo, sino el uso que de él se hace. Como él mismo lo describe, con el arte, el intelecto, se libera, usando metáforas y abstracciones tanto como quiere, sin puesta de límites ni parámetros. (Página 34. Párrafo 1 – Página 35. Párrafo 2).
Morfeo (en la escena de combate kung fu dentro del simulador): Las reglas de Matrix, como las de cualquier programa informático, algunas se pueden ajustar y otras se pueden infringir. ¿Crees que te he ganado porque soy más rápido, y crees que lo que respiras es aire?, no pienses que eres rápido, sé rápido, no intentes golpearme, golpéame. Tienes que liberar la mente
Es hasta que Neo entra de nuevo en un programa de simulación, siendo consciente de ello, que logra “crear”, manipulando, transgrediendo y usando a su favor las leyes de la física y los conceptos que habían definido su realidad. Neo, haciendo uso de su potencial instintivo, logra definir nuevos límites de metáfora y abstracción, a través de movimientos rápidos que trascienden la capacidad humana, saltos imposibles y manejo de habilidades que no pasan por el proceso del conocimiento. De hecho lo hace, através del cuerpo, ese es el medio, por medio de él es que se conecta, cuando sangra por efecto de una acción violenta en una simulación neuronal, es porque la mente no puede separarse del cuerpo. Toda esta capacidad es la que ve Nietzsche en el artista, dado que no se guía por conceptos, sino por intuiciones, y vive la vida como un sueño, cambiando y contradiciendo el orden que la ciencia y el lenguaje definieron como naturales a través de los conceptos. (Pag. 36)
Morfeo: …todos los que han luchado contra ellos (los guardianes), han muerto, pero donde los otros han fracasado, tu triunfarás…ellos viven en un mundo basado en reglas y debido a eso, nunca serán tan rápidos y fuertes como lo serás tú.
Dado que esto implica establecer un estado distinto de la representación, se puede transgredir su estructura. A diferencia de la primera opción en la que el hombre no sabe que sueña, en la segunda es consciente de ello, pero ello mismo le da claridad, que no implica necesariamente ausencia de sufrimiento.
Dado que el arte del que hace uso el hombre instintivo, a diferencia del conocimiento del que hace uso el hombre racional, constituye el uso del mito, este hombre instintivo acepta la realidad como apariencia. El arte es entonces la creación de metáforas, sin la pretensión de ser verdad.
Todo esto es el potencial que el ser humano olvida, desdibujando su condición de sujeto, para poder vivir con sensaciones de tranquilidad, seguridad, lejanas al sufrimiento (al menos como un espejismo), con la ilusión de conciencia de sí mismo y de una única existencia de realidad tal como él la conoce. (Pág. 29. Párrafo 2). Es ese potencial imaginativo y creador el que propondrá no olvidar para vivir de forma más consecuente con el potencial verdadero del ser humano.
Nietzsche parece entonces presentarnos la “píldora roja”, que realmente no lo es tanto, en la medida en que no precisamente le da la propiedad de permitir conocer “la verdad última”, sino solamente, de una alternativa distinta de relacionarse con lo que se puede considerar como “real”. Nietzsche no espera que mediante el arte, y el actuar del hombre instintivo, se “desconecte de la matriz”, pues realmente tanto el hombre racional, como el hombre instintivo, siempre “pretenden gobernar la vida”.
Según él, mientras que el hombre racional, teme a la intuición y se comporta de forma prudente y basada en conceptos, para prevenir la calamidad, el sufrimiento y librarse del dolor, sin lograr felicidad real, el hombre instintivo se burla de la abstracción y “toma como real, únicamente la vida acondicionada en ficción y belleza”, logrando como él lo dice un “caudal de claridad y redención”. Sin embargo los dos pretenden “gobernar la vida” (Pág 37). Como lo veo, el hombre instintivo, logra una emancipación de esa realidad artificial, construida y “objetivizada”, pero no como un cambio por lo único y universal, sino por una realidad propia y subjetiva, que también tendrá forma de espejismo, pero propio, no impuesto, pues a diferencia del hombre racional, que de alguna forma vive en virtud de los demás, el hombre instintivo, vive en virtud de sí mismo.
Por eso creo que en la versión Nietzcheana del “guión” de Matrix, la píldora no es roja, y no logra verdaderamente el despertar fuera de la matriz. Claramente tampoco en ese guión se propondría tomar la azul, simplemente sería de un color que llevara al individuo a percibir su existencia de forma distinta, más libre, pero no precisamente como un despertar de la ilusión dentro de un manantial de Verdad y Naturaleza.
Finalmente, debo decir que hacer el ejercicio de confrontar los argumentos de Nietzsche en “Sobre verdad y mentira en sentido extramoral”, no con la vida descrita en los libros y en las películas, sino con la propia vida, genera una sensación extraña de vacío, como de inexistencia de piso firme sobre el cual basar la existencia, y claramente no es esta la primera vez que percibo esa sensación desde que tengo contacto con los Estudios Culturales; pero este texto logra describir con precisión de que se trata esa sensación medio difusa y en ocasiones entre tímida y salvaje, que asalta de vez en cuando, y cada vez más frecuente. Creo que precisamente es ese temor a la sensación de vacío y de caos ante la imposibilidad de un sitio fijo del hombre alrededor del cual gira todo lo demás, a la que Nietzsche atribuía la necesidad de construir una realidad basada en metáforas y conceptos.
No puedo negar que en momentos me incomoda cuando Nietzsche propone constantemente y defiende la existencia de cierta esencia universal. No porque yo crea o no crea en ello, sino porque el hecho de que lo use como argumento, a veces lo tiñe de cierto tinte de contradicción. Pero cuando pienso esto, pienso que Nietzsche no está intentando dejar de ser humano, es decir, dentro de sus argumentos, incluso creo que a pesar de él mismo, no puede dejar de ser místico, a su manera, después de todo, posee la misma condición de la que nos habla. Claro, además, creo que no es totalmente sencillo criticar algo, con las únicas herramientas de las que se dispone, siendo estas precisamente de las características de aquello que se critica. Es decir, Nietzsche no tenía más que el lenguaje mismo para criticarlo, de su existencia misma como filósofo y como docto, para criticarla, y los límites mismos del conocimiento para analizarlo, por lo tanto inevitablemente, creo que tienen que haber rincones que nos se logran llenar con la mera expresión de sus palabras.
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