domingo, 2 de agosto de 2009

La superación personal: Fantasía Colectiva, cambio de paradigma o una nueva estrategia para el consumo (Parte 1)

El texto presentado a continuación hace parte de la ponencia presentada en el coloquio de estudiantes de la maestría de estudios culturales de la Universidad Javeriana, en abril 2 de 2009.

Georges Vigarello en el capítulo “Entrenarse” de su obra “Historia del Cuerpo”, llamaba la atención sobre como durante el siglo XIX y parte del XX, el ejercicio y el deporte, se convirtieron en un correctivo de la forma en que las personas debían relacionarse con el cuerpo, para desde ahí, definir la forma en que se relacionarían con el medio. El ejercicio y el deporte fueron pues, uno de los instrumentos efectivos para ensayar desde la métrica, la progresión, la disciplina y el hábito sobre el cuerpo, nuestro papel como ciudadano, como actor eficiente, responsable y productivo dentro de la sociedad. Hoy cabe preguntarse, si tal “moldeamiento” del individuo, desde el disciplinamiento del cuerpo terminó, en el momento en que desde la década del 60 el ejercicio pasó a ser una posibilidad de ocio y una herramienta en la meta por alcanzar del bienestar personal, o si por el contrario, el disciplinamiento tomo una nueva forma basada ahora en el entrenamiento cuyo foco de atención es la mente y el uso de la psicología, la neurociencia y la creencia espiritual de los individuos.

Aunque no es nuevo el condicionamiento del individuo, por fuera del cuerpo, actualmente, es moldeado no solo por lo que define el papel de ciudadano, sino también el papel de consumidor. Si bien, se genera en todo este proceso, una inevitable construcción de identidades, predefinidas, empaquetadas y homogenizadas desde las políticas públicas en términos de educación, higiene, ciudadanía, también se construyen identidades desde políticas privadas en términos de focos de consumo, representaciones publicitarias y configuraciones productivas de deseo.

Es este disciplinamiento actual sobre la mente y el comportamiento, que se camufla en las etiquetas marketineras de bienestar, superación y evolución personal, el que me interesa analizar. Aparentemente, las teorías de la física cuántica aplicadas al comportamiento individual y social, las teorías y las prácticas de la programación neurolingüística o los planes programados de evolución que prometen los seminarios de superación personal, no tienen mucho en común. Sin embargo, desde mi punto de vista de observador e incluso practicante de algunas de estas, creo que hay más en común de lo que pensamos, si miramos como coinciden, en los efectos que crea en los individuos que las practican, en los resultados para el sistema y en la construcción de un nuevo imaginario que toma fuerza en nuestra sociedad contemporánea. No me interesa, ni podría juzgar lo cierto o lo falso de los resultados de estas representaciones y prácticas, pues tendría permanentemente el riesgo de caer en posiciones esencialistas y en discusiones bizantinas. Me interesa analizar, como se construye una nueva forma de entender lo que se considera real, contrarrestando los cuestionamientos propios del individuo sobre los efectos insostenibles del sistema económico y político actual de nuestras sociedades contemporáneas. Para decirlo de forma simple, creo que en un momento en que aparece en el medio, la figura de un consumidor responsable y consciente, se hace necesario reforzar el hábito del consumo desde un reforzamiento imperceptible de las formas de desear que se basa en un culto al bienestar personal, al merecimiento sin remordimientos, a la búsqueda de una evolución individual basada en la mirada al si mismo y en el encuentro personal con capacidades “antes no usadas”.

Para hacer práctico el siguiente análisis del problema hasta aquí planteado, analizaré el texto “El Secreto” como un ejemplo particular que me permitirá alcanzar los siguientes objetivos: Primero, explicar en términos prácticos como los discursos de la superación personal y la mirada al “si mismo” pueden convertirse en condicionamientos sobre la mente y el comportamiento, que permiten moldear no solo individuos, sino consumidores activos y productivos y que pueden llegar a agotar posibilidades de resistencia desde la singularidad. Segundo, mostrar como todo este discurso se difunde, favorecido por el surgimiento de nuevas religiosidades, nuevos horizontes científicos, y la tendencia de la nueva era. Tercero, y como consecuencia de los dos anteriores, justificar la pertinencia de un análisis desde los Estudios Culturales.

“El Secreto” es un texto impreso y audiovisual que llegó a nuestro país aproximadamente cinco años atrás y “ha calado” profundamente en la clase media y alta de nuestras ciudades. Según estadísticas de la industria editorial, encabezó durante el año pasado la lista de ventas de libros en Colombia. El texto, básicamente plantea la materialización del deseo a partir de su visualización y convencimiento. Todo el planteamiento se resume en lo que el mismo texto llama la “Ley de la atracción”, que se plantea como la posibilidad que tiene cualquier persona, de atraer, lograr o tener lo que quiera a partir de la visualización en el pensamiento y en las sensaciones, de aquello que desea. Por tanto, según esto, la materialización del deseo, está ligado directamente a las emociones y sensaciones. De alguna forma podría entonces decirse que ahora, de acuerdo a esta “ley”, el tener o no tener, el ser o no ser, ya no es un tema de condiciones y posibilidades, sino de estados mentales y emocionales. En el texto se nota un marcado interés por demostrar la credibilidad científica desde la cual se hacen los planteamientos, pues por un lado, la base que soporta el planteamiento de la “Ley de la atracción” son los principios de la física cuántica la cual plantean que la posición del observador es la que genera un fenómeno determinado, y que por tanto, es el observador el que genera o crea el fenómeno, sin el cual este no existiría. Por lo tanto, plantea que el observador es el constructor de la realidad, la realidad es un producto de la existencia del observador y no al contrario. Los autores que se presentan en el video son en su gran mayoría, profesionales y académicos procedentes de áreas como la física, la neurología, la psiquiatría. Llama también la atención que en la mayoría de casos y ejemplos presentados, soportados en testimonios e imágenes que representan tales testimonios, se trata de deseos por obtener bienes, lograr relaciones sentimentales exitosas, o alcanzar éxito y reconocimiento. El video hace también énfasis en el impedimento que significa para la realización y materialización del deseo propio, el contacto con realidades externas que denoten, preocupación, angustia, escasez, pobreza, conflicto o en general aquello que exprese lo contrario a aquello que se desea. Es decir, según el planteamiento, una condición importante para el buen funcionamiento de la “Ley de la Atracción”, es la despreocupación por el Otro.

Para entender los efectos que este discurso puede llegar a causar en los individuos y para ampliar lo que a simple vista como observador he ido encontrando en los comentarios de círculos de personas que consumen y comentan este texto y similares, realicé una observación de los comentarios y posiciones asumidas en dos grupos de facebook alrededor de “El Secreto”, con aproximadamente 12.000 miembros y 500 comentarios acerca del tema. Complementario a esto pregunté a un público aproximado de 2500 personas que asistió a un Foro sobre el tema, realizado en Bogotá el 23 de febrero de 2008, cual era su opinión sobre “El Secreto”, sobre lo cual pude obtener 811 respuestas. La mirada a estas fuentes, me permitió hacer un acercamiento a la recepción del discurso para encontrar indicios sobre la presencia de imaginarios alrededor de él. A continuación listaré los elementos comunes que encontré en la revisión de la recepción de las fuentes mencionadas:

· Existe una mención constante del deseo de alcanzar los objetivos y metas, para lo cual según las personas, “El Secreto”, ofrece una especie de “técnica”.

· Muchos de los comentarios, mencionan como objetivos y metas a alcanzar, la atracción de “riqueza y bienes materiales”.

· Se nota un convencimiento pleno de la efectividad de “El Secreto”. Muchas de las personas afirman haber ya recibido “las bondades” de haber puesto en práctica “la técnica” de “El Secreto”. Este punto es importante, porque pareciera que estos testimonios, le dan a los planteamientos del texto y del video, más impulso y credibilidad ante el resto de receptores. De hecho, se encuentran continuas solicitudes entre ellos para que compartan “como lo hicieron”, es decir, que compartan la forma en que aplicaron “la técnica”.

· Lo que más llama la atención es la connotación de “fé” y creencia que cubre la posición de las personas frente a “El Secreto”. A pesar de que todo el discurso que plantea el texto (escrito o audiovisual), es claramente algo no tangible, ellos no dudan de la existencia y la efectividad de sus planteamientos.

· En muchos comentarios se nota una estrecha relación con creencias católicas, lo cual llama la atención dada la intención antropocéntrica del discurso. Sin embargo pareciera como si esta aparente contradicción, se solucionará entre los seguidores de “El Secreto”, calificándolo como “un regalo” que Dios le da a los seres humanos, pero que estuvo oculto intencionalmente, por mucho tiempo también por seres humanos, pero que ahora llega una especie de “justicia” o prevalencia de la verdad, y por tanto ya todos tienen acceso a ese “regalo”.

· Se nota también una creencia profunda entre las personas, de adquirir cierto status o privilegio al poder manejar esta “técnica” de materialización de deseos, que no todo el mundo ha logrado o al que no todos tienen acceso aún.

Hasta este punto, se ha expuesto resumidamente, el problema del discurso de la materialización del deseo y la mirada al si mismo como un proceso condicionante que moldea no solo individuos, sino consumidores activos y productivos, a partir del trabajo sobre la mente y la espiritualidad. Ahora, me parece importante revisar este problema desde tres ejes: La relación del problema con el campo científico desde una perspectiva social, la relación con el campo religioso, y finalmente la seducción que ejerce el discurso como una posibilidad de resistencia desde la supuesta mirada al “si mismo”.

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